Versiones del cuento

 Cuento original:

Visión

De repente la plataforma en la que estaba parado empieza a subir, la oscuridad del túnel se intercambia con el sol y la claridad de la mañana. Una cuenta atrás y 12 personas menos. “Quedan 12” pienso para mis adentros. Escucho el cañón y me doy cuenta que ya no estoy en casa, jugando con mis amigos o cenando las comidas que mi mamá me preparó. Estoy por mi cuenta, solo, tratando de sobrevivir. Llega la noche y recuerdo el momento que fui elegido, mi hermana desconsolada y mi madre se aguantaba las lágrimas. Pasan unos días y quedamos dos, estoy cansado, con hambre, pero resisto. Cuando lo veo corro hacia el con una espada en la mano. Un cañón. Mis manos rojas por la sangre de mi rival, o capaz era mía, miro la herida en mi abdomen y cierro los ojos.

Cuando los vuelvo a abrir, estoy en mi cama, solo en la habitación de mi casa, sudado y con la respiración agitada. Miro por la ventana y veo a un conejo saltar por el jardín alrededor de las rosas blancas. Parece un dejavú y es el momento en el que escucho una taza romperse en la cocina que me doy cuenta lo que está pasando. Escucho mi nombre en la plaza del pueblo y sé que es lo que va a pasar.

 

·       Versión del cuento 1 (ciencia ficción)

 

De repente la plataforma en la que estaba parado empieza a subir, la oscuridad del tunel se intercambia la luz de las 24 estrellas y la claridad de la luna. Una cuenta atrás y salgo disparado hacia adelante con mi jet pack. Doce estrellas se apagan. “Quedan 12” pienso para mis adentros. Veo otra estrella perder la luz y la vida, y me doy cuenta que ya no estoy en la tierra, disfrutando del verde césped de los parques, el mar azul y por sobre todas las cosas el aire puro que se respira en las praderas. Estoy por mi cuenta, solo, tratando de mantenerme vivo ante otras especies que están mejor preparados para matar y sobrevivir en mis condiciones actuales. Pasan lo que creo que son unos días, es difícil en el espacio identificar cuando es la noche o la mañana, y quedamos dos. Cuando veo a mi rival, me asusto, un espécimen de dos metros de altura, verde, con músculos por todo su cuerpo y garras en lugar de uñas. Pienso en mis posibilidades y no veo ninguna, pero aun así reúno el coraje para salir corriendo hacia el con mi espada roja y cuando se descuida, un corte preciso en su pecho hace que un líquido azul me salpique el rostro y mi enemigo cae. La anteúltima estrella se apaga.

Lo logré, salí vivo de esa lucha entre especies. Cuando vuelvo a la Tierra, y puedo respirar nuevamente el aire de ciudad sus habitantes me reciben con gritos, con alegría y es así como me vuelvo una leyenda, no solo en la tierra, sino que en la galaxia.

 

·       Versión del cuento 2 (fantasía medieval)

 

De repente la plataforma en la que estaba parado empieza a subir, la oscuridad del túnel se intercambia con el sol y la claridad de la mañana. Una bruja hace su aparición y en su caldero negro una cuenta atrás aparece. Luego de equiparme con una armadura de malla me alejo de la zona del medio y escucho 12 fuertes estruendos que deben prevenir del castillo que se ve a lo lejos. Cuando encuentro una cueva me adentro en ella para resguardarme y me quedo en ella unas horas hasta que oigo un suspiro y dos ojos rojos con una pupila rasgada se abren. Siento un calor inusual y el fuego ilumina a la criatura que se encontraba en esa misma cueva que yo. Salgo corriendo de ahí y al no seguirme, supongo que estaba encadenado. Cuando solo quedamos yo y uno más se me ocurre una idea. Logro que mi rival me siga hasta esa cueva en la que estuve previamente. Cuando pierdo a mi oponente salgo de la cueva y bloqueo la salida y toca esperar. Unos minutos después, unos fritos se escuchan y sé que soy el ganador. El dragón hizo lo que creí que haría.

EL rey me recibe en su castillo para felicitarme y presentarme a la familia real. Al cruzar la mirada con la princesa ambos nos sonrojamos. No solo obtuve mi libertad y el respeto de la aldea sino que algo inesperado con la persona más codiciada de la aldea.

 

·       Versión del cuento 3 (romance)

 

Al subir a la arena no me preocupó por nada excepto saber donde está. Cuando la localizó intercambiamos miradas y logro ver como una lágrima se desliza por su rostro y sin darme cuenta me pasa lo mismo. Luego de la cuenta tras logro reunirme con ella y salimos de la zona de armamento con unos cuchillos y una espada. Cuando llega la noche, decido hacer la guardia así ella puede descansar. Al verla dormir bajo la luz de esa luna artificial recuerdo el día que la conocí, la primera vez que interactuamos, cuando nos dimos nuestro primer beso y muchas otras primeras veces que hice con ella. Vuelvo a la realidad cuando se proyectan en el cielo las fotos de los caídos y pienso en lo destrozado que estaría si viese su foto ahí arriba. Luego de unos días quedamos 4. Sé que no voy a salir vivo de esta pesadilla, pero espero que ella pueda. Nos separamos para buscar comida sin saber que esa sería la ultima vez que la vería.

Verla tirada ahí en el suelo cubierta de sangre me destruye por completo y no puedo soportar la idea de vivir sin ella, por lo que veo los frutos que tenía en la mano y sin pensarlo dos veces los ingiero, y mi ultimo recuerdo es esa chica de la zona pobre del pueblo y su sonrisa.

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