Entradas

La familia antes de la familia

Imagen
Esta fotografía que encontró mi madre en Google fotos muestra a 6 personas, en lo que vendría siendo una celebración de XV años o una celebración de comunión, o al menos eso es lo que supusimos con mi madre. De estas 6 personas, pude reconocer a 5 de ellas y tuve el placer de conocer solamente a 3. El jovencito de arriba a la derecha, vestido con saco y corbata, con pelo muy típico de la década del 60, es el padre de mi mamá, ósea mi abuelo materno. Junto a él, a su izquierda está su madre, la abuela de mi madre, por lo tanto, mi bisabuela. En la foto está tapada de la zona del cuello, pero parece estar vestida con un conjunto con un saco y pollera. A su izquierda, está su esposo, el más alto de la foto y según comentarios de mis tíos y madres, era la persona más alta de la familia. Al igual que mi abuelo, está vestido con un traje con una corbata con unas pequeñas figuras que no logro reconocer Abajo a la derecha, se encuentra mi tía abuela, vestida con un vestido color claro, supon...

Tren de los recuerdos

Era marzo del 2007, un día extremadamente caluroso, o al menos así lo recuerda mi yo pequeño de 2 casi 3 años. Me fue a buscar mi papá a la guardería a la que asistía convenientemente en el trabajo de mi madre. Llego al hospital y entro a la habitación donde descansaba mi mamá y junto a ella en una pequeña cuna de vidrio yacía mi hermana recién nacida. Sin embargo, mis ojos no se focalizaron en el pequeño ser humano en la habitación, sino que se quedaron observando una caja envuelta en un papel de regalo, mi mente ingenua, normal para un nene de dos años creyó la mentira de mis padres “es un regalo que te trajo tu hermana”. Meses después recuerdo estar en mi casa jugando con lo que era uno de mis juguetes favoritos, no era un muñeco de un superhéroe, ni un autito de juguete o el regalo que “me había traído” mi hermanita pequeña. Yo jugaba con las ollas que usaban mis padres para cocinar, una foto mía con dos ollas en la mano casi y una en la cabeza me ayuda a recordar esa época con c...

Carta de Diego A. Maradona a Rita Hayworth

  14/06/1985 Estimada Rita Hayworth,                                                En caso de que no me conozca, me presento, soy Diego Armando Maradona, un futbolista argentino que desempeña como mediocampista en el Napoli de Italia y en la selección Argentina. El motivo por el cual le escribo es que quiero que sepa que soy un gran admirador de su trabajo como actriz, sobre todo en la película Gilda, en la cual la escena donde interpreta la canción “Put the blame on me” me pareció algo maravilloso. La primera vez que vi la película, cuando era un niño me sorprendió lo entretenida que era y siempre tuve la intención de conocerla y charlar con usted. Por esto último, me gustaría invitarla a una fiesta que voy a hacer este próximo 8 de julio en una casa ...

Crónica de la feria del libro

La 47ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires transcurrió del jueves 27 de abril hasta el pasado lunes 15 de mayo y se realizó en La Rural, Predio Ferial de Buenos Aires. De lunes a viernes la feria abría sus puertas de las 14:00 hs hasta las 22:00 hs, los sábados y domingos las puertas se abren una hora más y el horario es de 13:00 hs hasta las 22:00 hs. Mi visita fue el lunes 15, jornada de cierre de la feria. Ingresé por el acceso de la Plaza Italia, donde en la entrada me recibió un mapa de como esta compuesta la feria. Entre por el pabellón Ocre, donde inmediatamente, mi atención se dirigió a los stands de los gobiernos de algunas provincias como la de San Juan, Mendoza, Misiones, Santa Fé y algunas otras. En este pabellón también se encontraban stands del Congreso Nacional y el de la Legislatura de la Ciudad, donde presencié una charla acerca de abuso infantil, donde se mostró un video de Pablo Vío, una de las víctimas de abuso en el colegio Del Salvador, donde presentab...

Cuento policial

  Roja diversión La fiesta era en la casa de Marcos, mi mejor amigo. Era su cumpleaños y de casualidad sus padres estaban fuera de la ciudad esa semana. Una casa hermosa, de dos pisos con piscina y un amplio patio para que la gente pueda disfrutar. Casi toda la escuela asistió, incluyéndola, ella, rubia de ojos marrones y un cuerpo despampanante. Mi mejor amiga y la chica de la cual estoy enamorado. Tenía planeado decirle lo que sentía durante la fiesta. Ese día llegué temprano a la casa de mi amigo para ayudarlo a preparar todo. En el proceso brindamos por su cumpleaños con una cerveza. No me gusta mucho la cerveza, pero había que empezar tranquilo aquella noche que se veía venir inolvidable. Y así pasaron las primeras horas de la jornada, sin inconvenientes y bebiendo todo lo que se cruzaba en mi camino y bailando con todo el mundo, incluido el enano vestido de Chucky que había contratado Julio, un amigo de Marcos del club y exnovio de mi mejor amiga. No estoy de acuerdo en q...

Versiones del cuento

  Cuento original: Visión De repente la plataforma en la que estaba parado empieza a subir, la oscuridad del túnel se intercambia con el sol y la claridad de la mañana. Una cuenta atrás y 12 personas menos. “Quedan 12” pienso para mis adentros. Escucho el cañón y me doy cuenta que ya no estoy en casa, jugando con mis amigos o cenando las comidas que mi mamá me preparó. Estoy por mi cuenta, solo, tratando de sobrevivir. Llega la noche y recuerdo el momento que fui elegido, mi hermana desconsolada y mi madre se aguantaba las lágrimas. Pasan unos días y quedamos dos, estoy cansado, con hambre, pero resisto. Cuando lo veo corro hacia el con una espada en la mano. Un cañón. Mis manos rojas por la sangre de mi rival, o capaz era mía, miro la herida en mi abdomen y cierro los ojos. Cuando los vuelvo a abrir, estoy en mi cama, solo en la habitación de mi casa, sudado y con la respiración agitada. Miro por la ventana y veo a un conejo saltar por el jardín alrededor de las rosas blanca...

Visión

  De repente la plataforma en la que estaba parado empieza a subir, la oscuridad del túnel se intercambia con el sol y la claridad de la mañana. Una cuenta atrás y 12 personas menos. “Quedan 12” pienso para mis adentros. Escucho el cañón y me doy cuenta que ya no estoy en casa, jugando con mis amigos o cenando las comidas que mi mamá me preparó. Estoy por mi cuenta, solo, tratando de sobrevivir. Llega la noche y recuerdo el momento que fui elegido, mi hermana desconsolada y mi madre se aguantaba las lágrimas. Pasan unos días y quedamos dos, estoy cansado, con hambre, pero resisto. Cuando lo veo corro hacia el con una espada en la mano. Un cañón. Mis manos rojas por la sangre de mi rival, o capaz era mía, miro la herida en mi abdomen y cierro los ojos. Cuando los vuelvo a abrir, estoy en mi cama, solo en la habitación de mi casa, sudado y con la respiración agitada. Miro por la ventana y veo a un conejo saltar por el jardín alrededor de las rosas blancas. Parece un dejavú y es el ...